Sedes

Cuatro han sido las sedes canónicas de nuestra Hermandad

 

1.- PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE BELÉN O DE LA TABLA.-

El primer templo del cual se tienen datos históricos de la devoción a la Stma. Virgen del Rosario es la Iglesia Parroquial de Santiponce que se llamó de Ntra. Sra. de Belén o de la Tabla. Ésta se encontraba en el antiguo pueblo de Santiponce, ubicado en sus comienzos a orillas del Guadalquivir, en la «Isla del Hierro», y que fue destruida por completo el 20 de diciembre de 1603, día de Santo Tomás, por una de las grandes avenidas del río.

 

La parroquia santiponceña estaba dedicada hasta 1485 a Ntra. Sra. de la Tabla, tomando este nombre de una leyenda del pueblo, según la cual, un año de arriada apareció flotando en el Guadalquivir una imagen de la Virgen pintada sobre una tabla. La segunda devoción de aquella villa era Santa María de Belén que, asimismo, dio nombre a su parroquia. Era una escultura de la Madre de Dios con un Niño Jesús en sus brazos, que igualmente se la llevó el agua en la arriada de 1603.

 

 

 

3.2.- MONASTERIO DE SAN ISIDORO DEL CAMPO.-

Tras la trágica noche del 20 de diciembre de 1603 en la que la corriente fluvial, sumamente crecida, como un inmenso mar, se llevó el molino, el hospital y todas las casas, derribando también la iglesia y su alta torre, la mayoría de los santiponceños se dirigieron a buscar asilo y protección al monasterio de San Isidoro del Campo, y los frailes los acogieron como pudieron, habilitando como vivienda los claustros, la iglesia y los graneros.

 

La comunidad designó la iglesia del cenobio como parroquia provisional hasta tanto se levantara el nuevo templo. Con el dinero de los frailes se pagó la construcción de veinte casas, que fueron las primeras del nuevo Santiponce.

 

Así, el Monasterio de San Isidoro del Campo, levantado en las inmediaciones de la antigua Itálica sobre una pequeña elevación en las faldas del Aljarafe, a la altura de la confluencia del Guadalquivir con el Rivera de Huelva, dominando la Vega, la Madre Vieja y el Camino Alto de Sevilla, que pasaba hasta el siglo XIX bajos sus muros y cuyo trazado se correspondía con el de la antigua calzada romana que unía Híspalis con Emérita Augusta, conocida como Vía de la Plata, se convirtió en el nuevo santuario de la devoción a la Stma. VIRGEN DEL ROSARIO.

 

En 1916, debido a la construcción de unos artísticos enterramientos para los descendientes y demás familia del Excmo. Señor Marqués de Martorell, patrono de dicha iglesia, el retablo de la Stma. Virgen es colocado enfrente de la puerta principal y en la mesa de altar se añade un hueco con un Señor resucitado. En el año 1932 se consagra, de nuevo, como altar de la Virgen del Rosario, el que ésta tenía primitivamente, anteriormente citado, en el lateral derecho de la segunda iglesia. Estaba éste formado por: «Un retablo dorado antiguo con ara, y debajo de ella las cenizas de San Eutiquio; tres sacras, un crucifijo, dos atriles de madera y candeleros de metal. En su parte inferior un nicho con la imagen de la Purísima, vestida con corona de plata meneses, como de vara de alto. En el centro del retablo se colocó la imagen de NTRA. SRA. DEL ROSARIO, con ráfaga, corona y media luna de plata de ley, estando culminado el retablo por la imagen de San Miguel».

 

 

3.3.- CAPILLA DE SANTO TOMÁS.-

 

A finales del siglo XIX, principios del XX, por lo complejo que resultaba conjugar la bulliciosa vida parroquial con el recogimiento de la vida conventual así como, principalmente, debido al hecho de que la expansión del pueblo de Santiponce se había llevado a cabo orientada hacia una situación geográfica más al norte, quedando el monasterio de San Isidoro del Campo casi a las afueras de la población, junto a la Casa Rectoral, ubicada en el centro de la población, en la calle San Geroncio, se construye una Capilla a la cual se le da el nombre de Santo Tomás. La construcción de la misma fue sufragada por D. Eduardo Ybarra Osborne, persona muy ligada a la población en aquellos años debido a la intensa actividad agrícola que ejercía con la explotación de tierras de su propiedad en el término municipal de esta localidad.

 

En este nuevo oratorio, se celebrará la Sagrada Eucaristía y administrarán los sacramentos hasta el año 1963, fecha en la cual, debido a la expansión demográfica de la población y la imposibilidad de ampliación de la citada capilla, se construye la nueva y actual parroquia.

 

Como Patrona de la localidad, durante el tiempo que prestó servicios religiosos la citada capilla, la sagrada imagen de NTRA. SRA. DEL ROSARIO presidió su altar. Éste era un altar dorado en el cual, a los pies de la imagen de la Stma. Virgen, estaba el Sagrario y a ambos lados se encontraban representadas las imágenes de bulto de San Isidoro y Santo Tomás. La Capilla disponía de un coro alto y una pila de bautismo para administrar este sacramento.

 

No obstante, temporalmente, la sagrada imagen era trasladada al monasterio de San Isidoro del Campo con motivo de ciertas celebraciones litúrgicas de mayor calado, procesiones de relevancia, etc., en las cuales había una mayor participación de fieles. Durante estos períodos temporales en los cuales la Stma. Virgen volvía al monasterio, ocupó lugar en el presbiterio, en un altar dispuesto en el lado izquierdo del altar mayor de la segunda iglesia del cenobio.

 

 

3.4.- TEMPLO PARROQUIAL DE SAN ISIDORO DEL CAMPO.-

 

El Arzobispado de Sevilla decide adquirir un inmueble en el mismo centro de la localidad, situado en la Avda. de Extremadura que, al pie de la Ctra. Nacional Sevilla-Mérida, es paso obligado de la Ruta de la Plata.

 

El inmueble en cuestión era una nave, propiedad de un vecino del pueblo que lo dedicaba a almacén de grano y aperos de labranza. Una vez concluidas las obras de acondicionamiento, en el año 1963, se bendice y consagra la nueva iglesia, bajo el título de San Isidoro del Campo, y a partir de esta fecha se convierte en el nuevo Templo Parroquial de Santiponce.

 

Con este motivo, la parroquia, abandona el Monasterio de San Isidoro del Campo quedando este expedito para la orden jerónima, pasando la Capilla de Santo Tomás a integrarse en la Casa Rectoral, al tiempo que se le da uso como Escuela Parroquial. Al igual que los enseres y ornamentos litúrgicos, la Sagrada Imagen de NTRA. SRA. DEL ROSARIO fue trasladada al nuevo Templo.

 

La iglesia era de una estructura humilde y sencilla, pobre en decoración, resaltando sobremanera el retablo dorado de madera que existía en la Capilla de Santo Tomás, que fue colocado en su altar mayor, y el camarín que se construyó para albergar la imagen de la Stma. VIRGEN DEL ROSARIO. El templo era de una nave y como dependencias sólo contaba con una pequeña sacristía, un despacho para el párroco y un pequeño salón para catequesis. Fue bendecida la nueva iglesia por el Dr. D. José María Bueno Monreal, Cardenal Arzobispo de Sevilla.