Ntro. Padre Jesús Nazareno

IMAGEN DE NTRO. PADRE JESÚS NAZARENO. C. 1650-1660

SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII

Madera tallada y policromada. Imagen de vestir, 1,76m.

José de Arce (c. 1600-1666). Atribución.

Durante varios siglos, esta imagen de Jesús con la cruz a cuestas recibió culto en la primitiva iglesia del monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce), en el altar situado al lado de la epístola.

Protagoniza dos salidas procesionales al año. La primera, con motivo de este Vía Crucis del Aljarafe, recorriendo las calles del Conjunto Arqueológico de Itálica entre los vestigios de su pasado romano y, la segunda, el Miércoles Santo, por las calles de la población, con motivo de la celebración de la tradicional Semana Santa.

En esta escultura, concebida para ser vestida, el autor ha representado a Jesús en posición erguida sujetando con las manos el travesaño de una cruz arbórea y dirigiendo la mirada levemente hacia su lado derecho en actitud de dialogar con los fieles, espectadores o santas mujeres. Por su condición de escultura para vestir, hay que centrar su valor artístico en las manos y en la cabeza, que lleva cabello tallado, potencias y corona superpuesta.

 

Como la imagen no está documentada, los historiadores que han analizado la escultura, valorando su buena calidad artística, han realizado diferentes atribuciones a varios escultores: Juan Martínez Montañés, según una referencia de un inventario de 1875 (Rodríguez Babío 1997); Andrés Cansino (García de la Concha 2000) y Luisa Roldán siguiendo la opinión del Conde de Águila (Carriazo 1929 y García Olloqui 1977). No obstante por su técnica artística y rasgos formales, José Luis Romero Torres, último encargado de estudiar la imagen, la considera obra del escultor José de Arce, maestro del anteriormente citado Andrés Cansino y artista de origen flamenco de apellido “Aaerts” que estuvo activo en Sevilla y Jerez de la Frontera entre 1636 y 1666, fecha de su fallecimiento.

La talla de madera y los rasgos formales de los elementos que componen la cabeza (cabellos, bigote, barba, cejas, etc.) presentan grandes similitudes formales con la de Jesús de las Penas (1655, Hermandad de la Estrella. Sevilla) tallada por José de Arce en su tercera etapa sevillana (1649-1666). El bigote, claramente definido y separado de la barba, está resuelto con dos formas compactas de aspecto blando, contornos limpios y superficie suave que reflejan la sensación plástica del modelado en cera. La boca, entreabierta y modelada con blandura, está concebida con una expresión entre anhelo y necesidad vital de hablar, mostrando siempre resignación y cierta serenidad. La barba bífida nace en la zona baja de la barbilla, muy diferente del tipo tradicional sevillano que presenta el arranque muy próximo al labio inferior. Con este recurso plástico, José de Arce consigue despejar la boca de Jesús para atraer nuestra mirada hacia su gesto de elocuencia o angustia. La expresión de dolor y angustia de la imagen se reafirma en las cejas características de todos los cristos de este artista flamenco: leve arqueo interrumpido bruscamente por el fruncido del entrecejo.

Al gran valor artístico de su cabeza hay que añadir también el de sus manos, que agarran levemente la cruz, siendo muy estilizadas y anatómicamente perfectas, y el de la leve zancada que aporta una gran movilidad plástica a la imagen.